TRABAJO DE GRUPO: Comic digital y texto reflexivo sobre el
trabajo realizado (intenciones, reflexiones, limitaciones...) de lo que queréis
mostrar. Se trata de dialogar con tres elementos: aprendizaje,
tecnología, identidad/es.
Un incidente crítico: ¿Apaguen sus
celulares?
De hecho, las
pantallas nos han descentrado y han colocado al estudiante en el centro (donde
queríamos que estuviese pero e donde, a la vez, nos cuesta desplazarnos para
cederle el sitio). El uso de smartphones, tablets, laptops etc. deja claro que
no tenemos el control, que hemos de desarrollar nuestras estrategias de
motivación, trabajo en el aula y evaluación y también que hemos de afrontar el
desafío de innovar y adaptar los aprendizajes que vemos relevantes al
aprovechamiento de las oportunidades que nos ofrecen todas estas herramientas y
entornos de aprendizaje. Se trata pues, de rescatar lo mejor de lo que sabemos
y aprender a articularlo junto a nuevos saberes, nuevos formatos, recursos y
estrategias para hacerlo accesible, discutible, transformable y transportable
(nos referimos a la información, a las habilidades y destrezas, a las
actitudes… al conjunto de competencias que deseamos suscitar en el alumnado de
nuestras materias). Es un desafío interesante. Arduo, inquietante, y con muchos
recursos que explorar…
Hay
acontecimientos significativos que nos hacen, en ocasiones, cambiar de mirada,
mudar de piel, abrirnos a una nueva actitud. Un incidente crítico vivido recientemente,
hace aproximadamente un año, me obligó a romper la “norma” establecida y darle
paso a la lógica en el aula. El incidente fue muy simple: habiendo llegado a un
consenso el profesorado que dábamos clase en el pre universitario de no
permitir tener encendidos los celulares ni el uso de los mismos en clase, llamé
la atención a un alumno que hizo uso de él mientras estábamos resolviendo de
manera colaborativa unas actividades.
El alumno se
excusó diciendo que tan solo estaba consultando un término que desconocía del
texto en el diccionario. Me quedé sorprendida, dudé un segundo, pero consideré
que era un uso positivo y que por tanto, para esos casos, nos saltaríamos la
norma previamente establecida y acordada a comienzo de curso del no uso del
celular en el aula. Ese día reflexioné acerca de lo sucedido: si bien, al haber
desarrollado la docencia el año anterior en la Primaria y Secundaria en Perú
donde por el contexto no se me hizo extraño la prohibición de uso del celular
en el aula, el acontecimiento vivido dejaba claro que estamos en un nuevo
contexto, no solo por estar en un contexto más adulto, el universitario; sino
porque por las múltiples posibilidades y oportunidades que nos presentan las
nuevas tecnologías para el aprendizaje es muy difícil justificar el prescindir
de su uso. Es más, como que es obvia la importancia de asumir el reto de
incorporar estas herramientas, instrumentos y dispositivos al servicio de la
adquisición de competencias que se desean suscitar en el alumnado; así como
desarrollar un trabajo conjunto, colaborativo, reflexivo y racional en relación
al uso de las nuevas tecnologías y las múltiples tareas y actividades de
aprendizaje que gracias a ellas podemos desarrollar.
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